

España me gustó mucho, tanto que me pasa eso que siempre me ocurre cuando llego a un lugar, o por lo menos supongo, que voy a volver. No puedo saber si abran lugares mejores, tal vez los hay, pero este era un lugar espectacular. Recorrer sus calles, era cada vez querer caminar más sin importar el cansancio de lo que guardaba esta Ciudad, su comida que por todo lado lo tradicional son sus Tapas y su cerveza es una delicia.
Recorrer sus grandes Parques como el Retiro observar su naturaleza en medio del tráfico y del afán del día a día que como todos tienen esta ciudad, visitar su museo como entrar al Palacio de Cristal y una que otra foto en sus monumentos que nos dan fotos de portada por llamarlo así. Un lugar el cual quisiéramos volver.
El miércoles nos fuimos a Córdoba y Luego Sevilla. Donde por Cierto había escuchado muchos comentarios de esta ciudad — Llegamos sobre medio día a Córdoba ¡Qué arquitectura por favor! Qué lindas que son las formas árabes.
Los detalles curvos, las ventanitas, los colores, entrar a sus catedrales es un sueño, tranquilidad y una paz diferente, la cual no quieres dejar escapar.
Llegamos a Sevilla me gusta que es una ciudad de bicicletas. Podría decirles que visiten Plaza España, el barrio de Triana, la Catedral, el barrio de Santa Cruz y sus callejuelas, el Centro… pero creo que el mejor consejo que puedo darles a la hora de viajar es “piérdanse” caminen sin mapa —guárdenlo en el bolsillo por si acaso, pero sigan su instinto, déjense llevar por la ciudad o el pueblo que visiten. Y si necesitan indicaciones, pregunten. En ningún lugar me negaron una indicación; muchas veces me dijeron cualquier cosa, pero es otra buena excusa para hablar con más gente. En la noche lo imperdible, una cena con show de Flamenco, donde te sientes realmente que estas en la capital OLE!!! al ver este típico baile que te atrapa, sientes que definitivamente estas en un lugar fantástico, y acompañada de una copa de Vino.
Pensé que lo había visto todo, seguíamos hacia Granada donde el frío se sentía más fuerte, pero al ver sus paisajes cambiaba todo un poco.
Llegamos en la tarde a esta ciudad sobre las 6 pm tal vez, donde ya a esa hora la ciudad estaba un poco sola sus tiendas, restaurantes eran muy pocas las que estaban abiertas.
La Alhambra, y dudo que las palabras me alcancen para describir su belleza. Es un complejo de palacios y fortalezas que pertenecieron al monarca y a la corte del Emirato de Granada, un estado islámico medieval ubicado en el sur de España, la Alhambra hizo mis ganas de viajar por los países árabes
Sus detalles, sus colores, su arquitectura, sus mercados (los árabes) me atraen tanto que no encuentro explicación. Simplemente quiero aprender árabe e ir a conocer esa cultura, mejor sus jardines el cual te sientes como en un cuento.
El recorrer este palacio hace que te pierdas cada vez más en cada rincón de historia que guarda este lugar de miles de años atrás.
El sentarse un rato en el mirador de San Nicolás lo era todo.
disfrutar de un momento de tranquilidad y observar lo que realmente era hermoso a pesar del frío que hacía, no importaba nada más que observar y disfrutar cada momento que se pasaba por nuestras miradas.
Ahora nos dirigíamos a Toledo un lugar del todo el mundo hablaba y decían “si vas a Madrid y no pasas por Toledo no conociste nada”
El día estaba soleado Ideal para mi gusto. La entrada principal al centro histórico de Toledo, asentado sobre una colina y rodeado del río Tajo.
La puerta tiene un origen árabe, A partir de ahí, las calles empinadas y estrechas nos invitaban a perdernos en ese laberinto, pero preferimos primero seguir la vía principal hasta la plaza.
En el camino hacia la plaza pasamos por la Puerta del Sol, del siglo XVI, por donde se ingresaba a la medina musulmana; y disfrutamos de unas lindas vistas del resto de la ciudad.
La calle Comercio, como su nombre nos sugiere, está llena de comercios. La mayoría son de productos y suvenires para el turista, pero también hay algunos bares y restaurantes.
Uno de los primeros edificios que se observa es la catedral.
En realidad, lo primero que se ve es su cúpula. Si queremos ver el edificio completo y la plaza del ayuntamiento que está enfrente, debemos desviarnos un poco de la calle Comercio Seguimos
Caminando y, después de pasar por varios monumentos importantes, llegamos a la zona de la judería. Unas placas en el suelo nos anunciaron que estábamos allí, pero el paisaje no cambió mucho.
Nos fuimos de la ciudad con la sensación de que nos quedaron varias cosas por conocer. Toledo tiene mucha historia y muchos secretos y curiosidades que no se conocen en un día. Lo importante es Caminar, observar los detalles, escuchar a algún vecino que cuenta algo y disfrutar de los paisajes.
Aquí termina esta maravillosa experiencia devolviéndonos a Madrid, con más Ganas de volver y conocer más del mundo!
Estas experiencias de Viajes son narradas por los viajeros que de la mano de Viva Vacations visitaron los Maravillosos destinos que ofrecemos. Te invitamos a ver nuestros planes de viaje a continuación: